Uno de los juegos de mesa clásicos de mi infancia se llamaba Operación. El objetivo era muy simple: remover los órganos de un paciente que reposaba sobre una camilla (o tablero) ayudándose de unas pequeñas pinzas. La clave estaba en hacerlo meticulosamente sin tocar los imanes que rodeaban cada pieza, de lo contrario, se encendería una luz roja que hacía las veces de nariz y alarma. Pasaron más de 20 años desde la última vez que jugué a ese juego, hasta que el sábado pasado reviví la emoción cuando decidí cambiar la pantalla de mi iPhone.
La foto de arriba muestra la evidencia de lo que me costó un segundo de descuido. Cuando después de 6 meses de andar con la pantalla "estrellada" ya me había resignado a cambiar el teléfono, una amiga me sugirió que intentara un arreglo casero. Sin mucho esfuerzo encontré en Internet varias páginas que explicaban el proceso paso a paso. En otro sitio compré la pantalla nueva y un par de herramientas por poco más de 20 dólares. A esta altura ya me preguntaba porqué no lo hice antes. El sábado a la tarde, con todo sobre la mesa, me dispuse a "operar".
El primer paso fue dibujar un plano a escala de la distribución de los tornillos. Aunque suene obsesivo, este paso es fundamental porque el iPhone 4 tiene 26 tornillos (veintiseis #@!!% tornillos!) de aproximadamente 2 mm de rosca. La primera pieza por remover fue la batería que, como estaba pegoteada al chasis, me costó literalmente sangre, sudor y (casi) lagrimas. Después le siguieron la cámara, el micrófono, el vibrador y finalmente el "cerebro", una plaqueta en forma de L con poca pinta de inteligente. Con la ayuda de una espátula despegué la pobre pantalla del chasis, desparramando pedacitos de vidrio por todas partes (otro paso que costó mucho sudor, pero por suerte no hubo sangre).
Reemplazar la nueva pantalla y ensamblar el teléfono fue un proceso relativamente simple, sólo había que seguir la sequencia inversa de los números del plano. El asunto fue mantener la calma a la hora de manipular los tornillos diminutos, que pondrían nerviosos hasta al propio MacGyver.
Después de maldecir el diseño infernal del iPhone 4 por un par de horas (que al mismo tiempo admiro por lograr semejante poder de síntesis), logré poner todo en su lugar. La operación estaba terminada y, por suerte, el paciente volvió a sonreir.
Yet if we ask you to fix the air-conditioning....
ReplyDeleteHahaha... I knew you were going to make that sort of comment... I'm in the digital era now, no more AC repair...
DeleteSos mi MacGyverA jajajaja Hola celu nuevo!!!!
ReplyDeleteJajajaja, esto es tener hambre!
DeleteSos grosa, sabelo... :)
ReplyDeleteHay que inaugurar la sucursal sudamérica!!
DeleteBuenisimo recuento, yo no dibuje el diagrama a escala, vamos a ver si soy capaz de armarlo nuevamente...
ReplyDeleteBuenisimo recuento, yo no dibuje el diagrama a escala, vamos a ver si soy capaz de armarlo nuevamente...
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